jueves, 8 de abril de 2021

LA FILOSOFÍA ESTA DE MODA

Los hombres de negocios parecen dejar el diván para buscar alivio en la sabiduría de los consejos de Sócrates o Epicuro, entre otros.



N. YORK.- En la búsqueda de la sabiduría, los ejecutivos están cambiando la psicoterapia y la religión por los pensadores más inteligentes: los antiguos filósofos. Para las compañías, la filosofía se ha convertido en la última moda de los negocios. Tom Morris, autor de "If Aristotle Ran General Motors: The New Soul of Business" (Si Aristóteles presidiera la General Motors: El Nuevo Espíritu de los Negocios") gana US$ 30.000 por hora, uno de los honorarios más altos para un orador que no es una celebridad en los Estados Unidos, por enseñar a Sócrates y a Hegel en IBM, en Campbell Soup, en General Electric y en Ford.

En Gran Bretaña, el último libro de Alain de Botton, "The Consolations of Philosophy" ("El Consuelo de la Filosofía") enumera muchos filósofos y aconseja: lea a Sócrates si su problema es la impopularidad, a Epicuro si no tiene dinero, a Séneca por las frustraciones y a Montaigne por las insuficiencias. Botton no se ha dedicado seriamente al negocio del asesoramiento gerencial.


EN ARGENTINA

La filosofía en nuestro país,tiene su propio espacio en los medios masivos de comunicación programas como MENTIRA LA VERDAD, o FILOSOFÍA  AQUÍ Y AHORA, tiene una audiencia considerable a pesar de no ser programas de espectáculos.

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  •  Es verdad que no hay tiempo para pensar. No hay tiempo para nada importante. Pero el tiempo se multiplica para lo que nosotros consideramos valioso. El pensar debe volverse valioso para que  nosotros le encontremos tiempo.
  • pensamiento y el lenguaje trabajan de manera articulada. Verbalizamos nuestro pensamiento (mentalmente o fónicamente: es curioso ver o vernos repetir lo que pensamos para anticipar lo que diremos o tenemos intención de decir). 
  •  La palabra necesita del pensamiento para volverse palabra, para que estalle llena de sentido, para que sea significativa. Cuando más pensamos al hablar, al decir, al pronunciar, mayor es el efecto: en discursos, palabras al oído, educación. La palabra vivifica o mata. 
  • La filosofía no es más que la morada del pensamiento, una morada privilegiada pero no una morada exclusiva. La filosofía no es un barrio privado o un club de campo, que incluye y excluye, que levanta cercos y contrata guardias de seguridad (de los que después desconfía). No es un club exclusivo para quienes pagan la cuota de inteligencia presunta, de manejo de cierto tipo de conocimiento, con su patrón temático o su sujeto epistémico. No es (no debería ser) un club de pocos que construye suntuosas residencias para señores y señoras aburridos que luego inventan crímenes perfectos o imperceptibles o se escandalizan porque la sociedad es insegura, cruel, desigual, bárbara, violenta, descontrolada, loca, extraña, ajena.

La filosofía en lo cotidiano, todos podemos ser filosofos, todos podemos pensar filosoficamente si nos otorgamos ese tiempo.

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